sábado, 11 de agosto de 2012

POBLADO MINERO DEL BARRANCO DE VALDEPLATA
CALCENA (Zaragoza)
Visita el 28 de Julio de 2012


Como si quisiera decir algo
Camino o pista que llega hasta mitad del barranco





"Dile silencio, que son los quejidos, aliento del tiempo esperando y rogando por un solo toque del viento. Te dirá que son las paredes del recuerdo que caen y envenenan el suelo donde pisaron mis abuelos". (Pedro Cardiel Uceda)

A las nueve de la mañana, llegué al desvío señalizado en el km 34 de la carretera que va de Trasobares a Calcena. Dejé el coche a la entrada del camino, aunque éste se adentra bastante tramo y podría hacer con el coche casi la mitad del recorrido, no quise, en primer lugar, por no contaminar la naturaleza que se respira en ese lugar, y en segundo por lo bello del paisaje que desde dentro del vehículo no se aprecia igual que andando.
Nada más bajarme del coche y con la cámara de fotos al hombro, divisé al otro lado del barranco un corzo joven que seguro había bajado en busca de agua. Como si me conociera se quedo quieto mirándome, quizá extrañado de verme por allí, aproveché en ese momento para hacer unos disparos con mi cámara, que maravilla de vista, se fundía su silueta con las encinas y el matojo del monte.
Una de las primeras casas y escombrera
Continué el camino, en el paraje se divisaba un manto húmedo que cubría su superficie, debido a que el día anterior y por la noche había habido una tormenta y llovido bastante, por lo que el ambiente estaba muy húmedo, incluso salían caracoles por el camino, y por supuesto disparé unas fotos.
Detalle de una ventana de uno de los edificios
Llegué ya al final de la vía por dónde teóricamente se podría haber adentrado con vehículo, en ese momento se perdía toda la noción de orientación para llegar a las minas, al no ser que se conozca el lugar, y yo lo conozco, soy nacido en Calcena y ya he ido más veces a las minas, aunque la última vez que estuve, de eso hace mucho tiempo y desde luego el barranco se ha cubierto de vegetación y se ha perdido toda señalización de camino. Así que lo más fácil para encontrar las minas es seguir el barranco hacia arriba, muchas veces con dificultad, ya que hay muchas zarzas y juncos que tienes que apartar para no arañarte.
Observé que el barranco, en algunos sitios, estaba marcado con mojones de piedras, señal que demuestra que hace poco alguien visitó estos parajes. (Seguro que fue Rocío de Encanto del Moncayo que una semana antes estuvo en las minas y relata su experiencia en su blogger: http://encantodelmoncayo.blogspot.com.es/2012/08/tesoros-del-moncayo-en-el-valle-de-la.html , gracias Rocío tus aportes sobre el Moncayo en general y sobre Calcena en particular son maravillosos.
Después de serpear el barranco y con muchas dificultades divisé la primera casa del poblado minero en la que se aprecia las escombreras de tierra que extraían de los pozos. Reina en esta zona un silencio de paz y de tranquilidad, hay una combinación entre las construcciones de piedra de las edificaciones y el paisaje que allí se divisa mires en la dirección que mires y ese contraste forma lo salvaje de la zona, que en una época tuvo su apogeo, ya que hubo varias etapas a través de la historia con una gran actividad minera. Ya los romanos sacaban plata de estos pozos para acuñar sus monedas, pero antes los celtíberos pagaban a éstos sus tributos con la plata que sacaban de estas minas. La actividad más reciente que se tiene conocimiento es la que cita Madoz que fue en el segundo tercio del siglo XIX.
En este edificio se puede apreciar en su pared una de las palometas
del tendido eléctrico, por lo que la electricidad estaba presente
La existencia de diversos yacimientos en la región provocó una industria extractiva. Tuvieron gran importancia con muchos altibajos las minas de Calcena situadas junto al río Isuela, en el denominado Valle de la Plata o «Val de Plata» como se conoce en Calcena. Frecuentemente inutilizadas por la inundación de sus galerías, volvían a ponerse en explotación por corto tiempo. El último periodo de actividad minera en Calcena fue en el segundo tercio del siglo XIX. Madoz cita 40 obreros trabajando diariamente en la extracción de cobre, plomo y plata. Hubo antiguamente en Calcena pequeñas fundiciones, aún queda un edificio enorme con unos arcos muy bellos, ya en ruinas, toda la estructura que queda, está en peligro de derrumbarse. Aún pueden verse donde estaban ubicados los hornos, pero en el siglo pasado se llevaba el mineral a Borja para reexpedirlo desde allí. Ante la falta de carreteras, tenían que llevarlo a lomo de mulas, por lo cual la explotación no era rentable. La causa decisiva, con todo, de su abandono fueron las inundaciones constantes de las galerías. También en este pueblo hay mármol negro, pero tiene la misma dificultad de transporte y además es quebradizo, por lo que su explotación tampoco resulta rentable.
Una acción de la Sociedad Minera de Santa Constancia
En 1845 se creó la Sociedad Minera de Santa Constancia para explotar la mina Ménsula y pozos posteriores, esta compañía trabajó allí hasta 1864 y construyó varios de los edificios, que hemos visto.  Se levantaron cuarteles para los mineros, una gran casa utilizada como sede de la compañía y vivienda de los capataces, edificios para talleres, almacenes, caballeriza, laboratorio y hasta una capilla. A los obreros se les alquilaba una habitación que no tendrían que abonar si aguantaban seis meses seguidos trabajando 12 horas diarias; si esto era así a su sueldo de 11 reales diarios se les sumaba además un extra de otros 180 reales por trabajar continuamente sin interrupción, así que nos les quedaba otra alternativa que afincarse allí en las casas construidas.
Dentro de este edificio se halla uno de los pozos mineros
Los pozos que se conocen: pozo Maestro, Santa Constancia, Ménsula y Babila. El mineral se extraía primero tirado por bueyes y ya más adelante se invirtió en una máquina de vapor, por lo que tuvo que haber una gran actividad y rentabilidad en esa etapa, ya que se seguía invirtiendo.  Seguramente más adelante bajó esa actividad, primero debido a que se agotó bastante el mineral pues la cantidad de plata por tonelada de tierra era ya mínima, segundo las continúas inundaciones de los pozos, que debido a ello había que paralizar la actividad, y por último el abaratamiento de la plata en el mercado, debido a que no se podía competir con América, ya que allí la mano de obra era de esclavos.
El abandono de los pueblos en nuestro país ha sido un fenómeno lento, tal vez tan lento como la propia historia, un largo camino por los siglos en el que muchos pueblos han quedado atrás sin remedio y dejando breves huellas. Sin embargo en España, la vida rural fue condenada definitivamente en los años cincuenta del siglo XX, la emigración a las ciudades y al extranjero vació aldeas y pueblos en solo varias décadas, comenzó a morir así una forma de vida que echa sus raíces en la Edad Media. La mecanización del campo, la autarquía y la falta de expectativas echó a los jóvenes a las ciudades y los pueblos quedaron solo para los viejos.
Detalle de una de las puertas
Pueblos barridos por la ponzoña del polvo, del viento ceniza que lame puertas y muros. Piedra sobre zarzas o ventanas con la vista rota. El tiempo va andando y conserva lo que quiere a su capricho, una vieja maleta con algunas cartas en un dormitorio, el carro que arrastró la mula o la hoz de miles de horas de siega. Lugares que así quedaron porque nadie quedó o porque todos marcharon de golpe y con prisas por culpa del miedo.

Uno de los edificios por dentro
Conservar sirve para recordar, sin los útiles tallados no sabríamos de los hombres de la edad de bronce, no sabríamos nada de nosotros sin las murallas o las acequias que siguen ahí a su transcurso para enseñarnos lo que fuimos.

Que bien se conservan las paredes de piedra
Pero ahí está este poblado, viendo como pasa el tiempo, y que poco a poco, hoy una piedra, mañana la lluvia arrastra la tierra y se hunde una pared, ahí está y ojalá se tomara conciencia de lo que significa en la historia de Calcena y se pudiera hacer un plan de conservación de la zona, pero me temo que va a ser muy difícil y que sólo permanecerá en la memoria de los que lo conocimos.
Pedro Cardiel Uceda – Agosto de 2012

Detalle de un arco de uno de los edificios
Ahí está aguantando
Qué paz se respira en este lugar






Interior, destaca su buen estado de conservación










Todos los edificios están sin techo,
pero sus paredes aguantan


















Pozo de desagüe
por donde se extraía la tierra con el mineral



Pozo Santa Constancia